TURISMO Y ENTORNO
Situada en medio de una naturaleza privilegiada y majestuosa, se alza La Quinta de Villanueva; Verdes prados, montes blancos, y el Cantábrico, que bufa entre los caprichos cársticos de los acantilados, antes de entregarse manso a las finas arenas de sus playas.
En este entorno, las posibilidades son infinitas. La cercanía entre estos dos parajes tan distintos, hace que Asturias sea un destino de referencia para practicar turismo de aventura, o simplemente para disfrutar de los salvajes y vírgenes paisajes que lo conforman.
COSTA
MONTAÑA
COSTA
La costa oriental asturiana está salpicada de magníficas playas de arena fina que se encuentran enclavadas entre los infinitos acantilados que la protegen. Algunas de estas playas se esconden en pequeños fiordos o en bonitas ensenadas, protegiéndose de los envites del bravo mar Cantábrico, resultando playas idílicas para el baño.
Además de disfrutar del turismo de sol y playa, también es altamente recomendable recorrer algunos de los pueblos más característicos de la zona: Tazones, Llanes, Ribadesella o Lastres son claros ejemplos, donde además de impregnarte de la cultura asturiana, podrás también disfrutar de sus manjares, acompañándolos con una buena sidra.
También existe la posibilidad de disfrutar de la visita de las cuevas prehistóricas que se encuentran cerca de nuestro hotel: el Pindal, el Soplao, Chufín o Tito Bustillo no te dejarán indiferente.
MONTAÑA
El interior de la Asturias oriental es escarpado, salvaje y exuberante. Se compone de altas montañas bañadas en sus pies por frondosos valles, que juntos conforman el Parque Nacional de Picos de Europa, el cuál presume de ser el primer Parque Nacional declarado por el estado español, en 1918.
Los macizos de roca caliza que conforman el parque son un regalo para los ojos, además de suponer un pequeño paraíso para la realización de múltiples deportes de aventura (rafting, descenso de cañones, rutas a caballo o en bicicleta, canoa...) .
También dentro del Parque Nacional es de obligada visita el santuario del Real Sitio de Covadonga. Este mágico lugar de culto engloba la Basílica de Covadonga y la Santa Cueva, un santuario católico dedicado a la vírgen de Covadonga, que se encuentra enclavado en la montaña, sobre una bella cascada.
Desde Covadonga parte la carretera a los lagos de Covadonga, que aunque en temporada alta sufren restricciones de acceso en coche, suponen una impresionante visita.